Para qué sirven las ramas de la filosofía

 

El ser humano se diferencia de los animales, entre otras cosas, en un punto fundamental: su necesidad de aprender y de conocer cosas nuevas. El hombre quiere saber más y saber de todo, y en esta búsqueda del conocimiento nos planteamos muchas preguntas.

No solo queremos saber, sino también conocer por qué son así las cosas. Pero no nos interesa únicamente lo material, nuestras preguntas son más profundas. Sentimos una gran curiosidad por todo aquello que va más allá de lo que vemos o podemos explicar. Es aquí donde nos hacemos todo tipo de cuestiones : ¿Qué? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Es posible? ¿Es verdadero? ¿Quiénes somos? ¿Cuál es nuestra razón de existir? ¿Qué está bien o mal?...

Son muchos los misterios que nos rodean y queremos conocerlos todos. Necesitamos respuestas. Pero esto no es fácil. El ser humano busca explicaciones que nos permitan comprender todo este mundo tan complejo.

Las distintas ramas de la filosofía tratan de hacer frentes a estas cuestiones tan diferentes. Sin embargo, es tanto lo que  queremos saber que es preciso establecer distintas ramas para hacer frente a preguntas tan complejas y distintas.

Así, uno de los tipos de interrogantes son muchos más amplios y genéricos: la Realidad, el Universo en general ¿Podemos conocerlo?

Otras preguntas van más dirigidas al individuo ¿Por qué existimos? ¿Qué está bien o qué está mal? ¿Nuestra sociedad es la más correcta?

Es tanto el interés y los misterios por resolver que necesitamos diferentes grupos o ramas  especializadas de investigación. Es tan grande nuestra necesidad de conocer y analizar todo lo que somos y nos rodea que es preciso establecer parcelas.

Todas las ramas de la filosofía en búsqueda de todas estas respuestas suponen un avance para el desarrollo del ser humano.

Queremos saber y queremos cada vez más. La filosofía nos ayuda en esta búsqueda de la verdad. La cuestión es ¿conoceremos alguna vez la respuesta a nuestras preguntas?